Colesterol bueno – Colesterol malo
El colesterol es una grasa presente en todas las células del organismo. La mayoría de los tejidos pueden producir colesterol, pero se sintetiza principalmente en el hígado y en el intestino delgado.
Además de su función de “reserva”, el colesterol desempeña otras funciones, como formar parte de las membranas de nuestras células, y ser el precursor de numerosas hormonas (las llamadas “hormonas esteroideas”: progesterona, testosterona, estradiol y cortisol). Así pues, y en contra de lo que pueda pensarse, el colesterol no es “intrínsecamente” dañino, lo que es perjudicial es un exceso o una “mala calidad” de colesterol.
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Los dos tipos de lipoproteínas que contienen colesterol son:
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LDL: compuestas principalmente por colesterol y una proteína llamada apoB. Es la forma en que el cuerpo recoge el colesterol del hígado (donde lo sintetiza) y lo distribuye a los tejidos. El 70% del colesterol que circula por la sangre lo hace en forma de LDL-colesterol. Éste es el “colesterol malo”, el responsable de la aterosclerosis, o acumulación de colesterol en la pared de las arterias.
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HDL: compuestas principalmente por colesterol y una proteína llamada apoA. Estas partículas contienen el denominado “colesterol bueno”, porque transportan el exceso de colesterol desde los tejidos hasta el hígado.
Hipercolesterolemia según la Sociedad Europea de Cardiología
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Colesterol total por debajo de 190 mg/dL
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Colesterol LDL por debajo de 115 mg/Dl
Hipercolesterolemia
familiar La hipercolesterolemia familiar (HF), es una enfermedad genética que puede deberse a mutaciones en distintos genes. La más conocida y más frecuente es aquella en la que el receptor de LDL en las paredes de las células está dañado, por lo que el colesterol no puede penetrar en las células a través de este receptor. El colesterol permanece en el torrente sanguíneo sin ser utilizado, por lo que se deposita en las paredes arteriales.
Aterosclerosis
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Consiste en el depósito de células cargadas de partículas de LDL colesterol en las paredes de las arterias. El final del proceso es que el corazón se ve privado de oxígeno y nutrientes (este fenómeno se denomina isquemia), por lo que se produce una angina o un infarto de miocardio.
Prevención de aterosclerosis
Como hemos visto, la aterosclerosis está directamente relacionada con el número de partículas de LDL colesterol presentes en nuestra sangre, por lo que la prevención de la aterosclerosis pasa por disminuir al máximo el nivel de LDL colesterol, y aumentar el HDL colesterol, que es el que “retira” el colesterol circulante y lo devuelve al hígado.
La forma de conseguir ambos objetivos es adoptar unos hábitos de vida saludables. Una alimentación adecuada , rica en Omega 3 , que reduzca el colesterol-LDL y los triglicéridos. El ejercicio físico habitual y constante contribuye a la pérdida de peso, a la reducción de LDL colesterol y al aumento de HDL colesterol.
Nos puede ayudar en la prevención y el tratamiento (disminución del colesterol malo) suplementos como la Alcachofa, Lecitina de soja, Ajo ó Levadura de arroz roja. Y para aumentar el HDL los Omega 3.